El estilo es secundario en relación con los temas iconográficos.

La Biblia, los santos y las liturgias cristianas proporcionaron numerosos temas iconográficos a los escultores.

La figura de la mujer ha sido uno de los temas iconográficos más constantes en la obra de Picasso.

Estos temas iconográficos se nos muestran como imágenes o motivos articulados en un sistema y en un contexto que debemos identificar.

Artes menores, tejidos coptos o sasánidas han permitido a los temas iconográficos realizar el largo viaje entre el mundo antiguo y la Edad Media occidental.