1
Como si fuera tan sencillo, como si alguien pudiera tener la caradura o la desvergüenza de convencerse de que no había pasado nada.
2
Éste es un modo maravilloso de encontrar gente, pero hay que tener la caradura de llamar en frío para pedir que te inviten a cenar.
3
Dadas las circunstancias, tal vez no debería tener la caradura de decirte esto ahora, pero... creo que de quien realmente estoy enamorado es... de ti.
4
Teníamos la caradura de llamarnos Sindicato de las Artes o algo así.
5
Desde sus privilegiadas vidas tienen la caradura de escupir siempre para abajo.
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Para ser sincera, me deja pasmada que tengas la caradura de preguntarlo.
7
Después tuvo la caradura de decir que no le irían mal unos salmonetes.
8
No tendré la caradura de pretender que no te ha enviado mi correligionaria.
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Si tienen la caradura de perseguirnos hasta aquí, yo me encargo de ellos.
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Quiero de veras saber lo que tendrá la caradura de contestarme.
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Están muy cerca... van a adelantar... ¡ tienen la caradura de poner el intermitente!
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Quizá el desgraciado tenía la caradura de creer que pertenecían a la misma clase.
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Aunque nunca tendría la caradura de decirle eso, naturalmente.
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No, no tendrían la caradura de venir a verle.
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Y tienen la caradura de justificar el alza.
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Ylva ha desaparecido, seguramente esté muerta, y tú tienes la caradura de hacer broma al respecto.