1
AS palabras de Ulmus quedaron flotando en el aire durante un rato.
2
Ulmus pareció leer en su mente y sonrió de una manera indescifrable.
3
Ulmus fijó sus ojos nublados en el fuego y soltó un suspiro.
4
Ulmus puede ver más profundamente que muchos que tienen aún buenos ojos, creedme.
5
Olmedo era muy abandonado y le caía admirablemente el Ulmus sylvestris.
6
Ulmus repite desde hace tiempo que ni siquiera aquí estamos seguros... -observóBrecius.
7
Ulmus tiene razón, yo tengo que afrontar algo -añadióen voz baja, apartando la mirada.
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Todos se quedaron sin respiración y Ulmus suspiró tristemente.
9
En el rostro de Ulmus apareció una sonrisa enigmática.
10
También Ulmus ha venido para hablar conmigo del rey.
11
Ha sido Ulmus quien nos las ha proporcionado.
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A Ulmus no le gustaría verte tan afligido.
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El tal Ulmus sylvestris era un chico simpático, buen mozo, alegre y de cabeza un tanto ligera.
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Mientras se despedían, Ulmus murmuró emocionada:
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Vio a un pequeño grupo de elfos forestales detrás de la cabaña de Ulmus y los alcanzó rápidamente.
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Ulmus y Brecius, como de común acuerdo, se quedaron aguardando, pero Sombrío permaneció en silencio, reflexionando sobre aquellas palabras.