El látigo solo le rozó, pero él cayó al suelo, de bruces contra un ventisquero de nieve.

Esta vez sintió el calor y la metralla que caía sobre el ventisquero de nieve donde estaba tumbado.

Corrió sobre raíces y rocas y atravesó un ventisquero de nieve vieja, quebrando el hielo a su paso.

Delante de ellos, los dos comandos rusos habían llegado a una angosta brecha entre una cumbre rocosa y un alto ventisquero de nieve blanda.

Fue sepultada, en apariencia para siempre, por ventisqueros de nieve, pero no herida.

Había libros diseminados por el suelo, tantos que era como caminar sobre ventisqueros de nieve.

El cielo estaba gris y aún había ventisqueros de nieve sucia en las paredes del cañón.

Blancos ventisqueros de nieve como en las fotos.

Brillantes estrellas, frías y distantes por encima de un desierto de ventisqueros de nieve y arena.

En el terreno que alcanzaba a divisar, los arroyos bajaban sobre roca desnuda y atravesaban ventisqueros de nieves superficiales.

Los ventisqueros de nieve rosa volvían a ser blancos; el color los abandonaba a medida que el mundo se oscurecía.

"El invierno no tardó en sorprendernos con sus tremendos hielos y sus ventisqueros de nieve.

Eran inmensas -detres o cuatro metros de altura, compuestas por cientos de paneles-y sus escombros parecían ventisqueros de nieve cristalizada.

Aullando como un indio enloquecido corrió entre ventisqueros de nieve y saltó por encima de bancos hasta que llegó a Webster Avenue.

Unas formas pequeñas ataviadas con el hábito de las sacerdotisas de Shallya yacían como ventisqueros de nieve gris en torno a la puerta.

Ante ellos, el mar de hombres rata rodeaba la roqueta y ya habían subido hasta la mitad como ventisqueros de nieve sucia amarronada.