Historia de las vidas de los santos.
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Se trata de libros de sermones, vidas de santos y latines escolásticos.
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No se trataba de la Biblia, sino de unas vidas de santos.
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A veces me presta alguno, pero siempre son vidas de santos cristianos.
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Era una colección de vidas de santos como la que él tenía.
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Observó los viejos altorrelieves que representaban vidas de santos o escenas evangélicas.
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Y el general Videla, en pleno juicio, se pasaba leyendo vidas de santos.
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También han asegurado que vendías por los pueblos vidas de santos.
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Mientras andábamos enredadas entre los hilos, se encargaban de leernos vidas de santos.
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Podía leerles vidas de santos, los periódicos, o el listín telefónico: la escuchaban impasibles.
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Pero en vidas de santos, le damos sopas con honda.
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Los que más me gustaban eran las vidas de santos.
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Muchas veces leía vidas de santos y de Cristo, algunas prohibidas por la Iglesia.
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Cuando uno lee biografías de presidentes ejecutivos, parecería estar leyendo las vidas de santos.
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Me salió un hilillo de voz y, además, entrecortada, son vidas de santos, padre.
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Bretonnet cogió una obra con vidas de santos y contempló las miniaturas con moderado interés.
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La efeméride ha propiciado que los medios oficialistas publiquen crónicas que parecen vidas de santos.
