Значения термина yoyo на испанском

Sin embargo, la realidad es que no existe ningún botón rojo nuclear.

Sin embargo, la situación exigía que, por así decirlo, apretara el botón.

Mi trabajo puede limitarse sencillamente a apretar el botón de la cámara.

Dicho botón vigila dos indicadores: La hospitalizacióy y la incidencia de casos.

Hizo caso omiso de la pregunta y pulsó el botón de avance.

Si se trata de recoger pelotas durante un partido, no tengo problema.

Estas circunstancias generaron un partido entretenido, con muchas pelotas en las áreas.

Las quejas: frío y pelotas nuevas Las condiciones son como todos dicen.

En fin, que el asunto tiene pelotas además de pellejo para forrarlas.

Pelotazos y a la segunda jugada; alguna gambeta individual y pelotas detenidas.

Los republicanos queremos resolver el problema de la deuda arrastrado tanto tiempo.

Naturalmente, no podían advertirlo; su aparato era arrastrado por el propio viento.

Inmediatamente fue arrastrado hacia delante a través de la superficie del mar.

A fines de julio fui arrastrado de nuevo ante un Tribunal Especial.

El joven fue medio llevado medio arrastrado hacia un túnel de acceso.

De momento, he adoptado una boa constrictor, dos monos y tres iguanas.

No es sencillo dibujar una boa que se ha tragado semejante bocado.

En conjunto, no podía decirse que se pareciese mucho a una boa.

Con una manguera del tamaño de una boa constrictor, entre diez personas.

A los pocos minutos lo encontró aterrorizado frente a una boa dormida.

El turismo se encontraba ardiendo bocabajo y ocupando la vía sentido Logroño.

Se requieren al menos cuatro personas para poner bocabajo a un paciente.

Entretanto, Marco Rambaldi sigue durmiendo profundamente, tumbado bocabajo a su lado, desnudo.

Grupos de soldados dispersos yacían bocabajo en la tierra de la huerta.

Te has quedado tumbado bocabajo mientras estos críos luchaban en tu lugar.

En modo alguno, pues esto parece propio del adulador y del complaciente.

Por ello, se debe vigilar al adulador sobre todo en sus alabanzas.

Y tu comentario ha sido muy amable aunque fuese un tanto adulador.

Pensar que soy el responsable de todo ese desbarajuste es bastante adulador.

Además, el tono humilde y adulador de Soloviev le causó mala impresión.

No le salen bien las cosas porque él es bastante baboso ciertamente.

La señora Granger depositó un beso baboso en mi mejilla y graznó:

El baboso me mandó un polizonte para que me sacara los datos.

Un baboso corrió por el tallo; ella lo cogió y lo rompió.

El baboso es un antagonista activo y debe molestar a la yegua.

Y ahí es donde entra el abogadillo avispado y lameculos de Ishigura.

En el argot del estudiante de la época eran llamados los lameculos.

Personajes como Valls suelen arrastrar una corte interminable de paniaguados y lameculos.

Es... el crío ese..., el lameculos que lo sigue a todas partes.

No esperaba demasiado de un lameculos como Lakshman, pero nunca se sabe.

Olfateó esa prueba mucho tiempo, pero solo le propinó un ligero lametón.

Cada jadeo, cada lametón, cada presión de sus dientes avivaba el fuego.

La Confesora notó un cálido lametón en el dorso de la mano.

Ella respondió, como cualquier nuevo guerrero, dándole un lametón en el omóplato.

Mi lengua devoró todo el helado de vainilla de un solo lametón.

El chicharrón es pura carne sin grasa, son productos de calidad, asegura.

Unos acabaron por fuego, hechos chicharrón, y otros por bala, hechos colador.

Cuál es su razón para metérsele a este chicharrón en este momento?

El mocoso pavote de La Plata Porque tampoco es chicharrón de vizcacha.

Masa de harina de maíz rellena de carne, crujiente chicharrón y queso.

Era Delia, naturalmente, con su afabilidad, su imitación del lisonjero comportamiento irlandés.

Además, es demasiado lisonjero para un joven verse solicitado por un anciano.

Empleó un discurso convencional y lisonjero pero cuyos argumentos eran difícilmente refutables.

Su voz volvió a adoptar de inmediato un tono afable y lisonjero.

Muy lisonjero, si era cierto, pero de ninguna ayuda en su viaje.

No es, ni por mucho, el primer político chaquetero de nuestro país.

Había esquilmado mi reino, mi pobre reino, para apoyar a un chaquetero.

El cajun podía ser muchas cosas, pero nunca había sido un chaquetero.

Y lo peor vendría a ser lo chaquetero y el doble estándar.

Ya nada más por eso, le hemos hecho la fama de chaquetero.

A mí me parece que eres un capullín de lo más cobista.

La cobista Laura Montero dio el puntapié inicial en la reunión plenaria.

Esa posición del vice empezó a generar diferencias hacia dentro del sector cobista.

La reunión también fue confirmada por el dirigente cobista Vitaliano Mamani.

El intendente cobista de Neuquén, Martín Farizano, también salió al cruce de Morales.

Ésta, en cambio, lo hizo en dirección al hombre del sacón desconocido.

La ventanilla junto al pasajero del sacón castañeteaba, pero no se rompía.

Qué sacón de onda, mana, pero a esa ruca nadie la quería.

El guarda caminó por el pasillo y encaró al hombre del sacón.

Yo tenía un hermoso sacón en un París frío y húmedo.

El adulón no es amigo de nadie y es perverso por naturaleza.

Le tapó la boca a su ambicioso y adulón marido, Gaspar Ley.

Estudió para adulón en la universidad y lo aprobaron con honores.

Como todo adulón: sumiso con los grandes, arrogante con los pequeños.

Una vez que la Reina probó a Barkilphedro ya no quiso otro adulón.

Con la mano, le pide a su pelotillero que no le acompañe.

Diga usted mejor que es un pelotillero y cumplió un perro encargo.

De verdugo expeditivo se había convertido demasiado pronto en pelotillero temeroso.

Verá como se nos presenta acompañando al Gobernador; es un pelotillero.

Al café y al pelotillero del Adosao les podían dar por el saco.

Seguramente creerán que soy chupamedias y nada que ver, ni lo molesto.

De sus palabras se desprende que es solo un chupamedias más de Coutinho.

Fuiste al cuartel inglés para entregarte junto con tus oficiales chupamedias.

Aunque era una fecha feliz solo para Stroessner y sus chupamedias.

Era una comedia inútil para todos, perjudicial para el alma de esos chupamedias.

Y Pompeyo, como el típico sicofante de un monarca asiático, obedeció sin pestañear.

Trata de perjudicarme a cuento de todo eso, ¡haz de sicofante!

Estaba claro que el sicofante había querido aludir a esto.

Su amante y sicofante, el primado Annias, dispuso los preparativos para enviármela en secreto.

Aquel hombre debería de haber tenido el aspecto de un sicofante o un idiota.

El patero había dicho el nombre del tío que quería quedarse: Niklas.

Intentó ser breve sin omitir lo importante: la chulería del patero.

Pero lo más curioso es conocer el método para producir el vino patero.

Además se ofrecerá el tradicional vino patero, ensaladas características de Tarija, tamales chaqueños.

Le pide que se siente y le sirve un vaso con vino patero.

No se puede confiar en un hombre que se rodea de lamebotas.

Pero tendré la satisfacción de saber que ningún lamebotas capitalista me ha vencido.

Quería que hablara solo con él y con su imbécil lamebotas.

Sabemos de antemano que los lamebotas de Cuba no se irán de buenos modos.

La respuesta de Castro fue llamarles a los argentinos lamebotas de los Estados Unidos''.

Me he repetido reiteradamente que los tiralevitas eran mis peores enemigos.

Al contrario que muchos traidores y tiralevitas de su partido.

Pues bien: Getúlio le ha dado el contrato a un tiralevitas ¿sabes a quién?

Los únicos que salen adelante en Accousti-gem son los tiralevitas y los artistas del engaño.

Si no debe conocer a nadie de aquí, salvo al Alcalde y a cuatro tiralevitas.

Dice que el adulador, el lambiscón, adormece la inteligencia del adulado.

Barbero él, lambiscón él, incapaz de odiar y de guardar rencor.

No quiero ser cortés, mentiroso, muy macho, lambiscón, fino y sutil.

Qué tal que dice pinche metiche, pinche lambiscón, pinche degenerado, pinche encimoso.)

Como las de su lambiscón Tácito de la Canal.

Delante de su rebaño genuflexo no podía aceptar que la desafiaran.

Un congreso genuflexo pero con desesperados y republicanos de alma blanca.

Le quedaría mejor y, en consecuencia sería más coherente con su actual estatus genuflexo.

Es un canciller tan genuflexo y estamos a la vista de negociar Itaipú, sostuvo.

El sujeto genuflexo se levantó de un salto furioso.

Elizabeth había aprendido a detectar la verdad en medio de tanta adulonería.

Tal vez solo estás queriendo complacerme una vez más por adulonería.

Cinismo asqueroso, adulonería miserable de un periódico vil y de un reportero falaz.

En la adulonería pone en juego toda su inteligencia y, a veces, la vida.

Como vía de escape tenía la costumbre de dejar su adulonería abierta a interpretaciones de burla.

Tanto el pesado como el guataca no tienen cabida dentro de la sociedad cubana.

Terminada la siembra fue provista de una guataca para remover tierra seca en otra parte.

Acto seguido calificó a su acreedor de "guataca" y "mojón rítmico", y el público estalló en nerviosas carcajadas.

A esas no se le haría otro homenaje que no fuera el de obligarlas a empuñar la guataca para despejar el surco de malas yerbas.

Voy a soltar la guataca a un lado y me voy a dedicar a pescar desde el undécimo en el lago junto a la cascada.

En el lugar quedó un jalador de agua que estaba junto a los restos.

Este sirenio sería un buen jalador de redes, pensó Twisp.

Ay, ya no te hagas, creí que ibas a regresar más jalador de Gringolandia.

Además, señaló que tras ofrecer las disculpas, fue despedido de local, donde trabajaba como jalador.

Allí será recibida por un jalador que le explicará en plena calle las técnicas y precios.

La voz del sicofanta se ha convertido en un ulular grave, lento, incomprensible.

Quinto Delio entró en la habitación del brazo de otro sicofanta, Sentio Saturnino.

No todos se ven apartados: Villanueva y su servil sicofanta cenan con el teniente.

Sepa usted que en Madrid hay mucho zascandil, mucho cuentista, mucho correveidile y mucho sicofanta.

Lo ha llamado sicofanta, pérfido y ratón ridículo.

Carrera intentó colocar lavacaras en las escaleras para evitar que se inunde la casa.

Como parte de la bienvenida, los cinco tomaron chicha de yuca en lavacaras de metal.

El resto ya lo sabes, oíste a Mina, la nueva lavacaras de la Reina Oscura.

Supongo que algún lavacaras del Senado se pondrá de pie y recomendará a Longino para una ovación.

Que una vez apareció un anuncio en el que se decía que se inspeccionarían los baldes, lavacaras y orinales.

Juan se despidió un poco ásperamente del lisonjeador y continuó su camino.

Y me resulta ridículamente lisonjeador saber que se sigue sintiendo atraído por mí.

Si alguno proclamaba sus excelencias, ella reprendía al lisonjeador diciendo:

La señorita Beryl dudaba que su amiga pudiera resistirse a un lisonjeador tan insidioso como Clive hijo.

Nunca esos restaurantes caseros típicamente franceses, con su mantel de cuadros, su comida llamada "tradicional", restos de velas y un dueño lisonjeador.

Paga música, toma aguardiente y manda traer comida de la chicharronería del frente.

A esto se ha unido la vulgar chicharronería - uobsecuencia ,paraque no nos acusen de ignorar el castellano estándar-

Pero el colmo de la hipocresía, la chicharronería, y el oportunismo más grosero, es este "diseño alegórico al enemigo histórico" que aquí mostramos.

Datos de CHICHARRONERÍA CHALALON en Amarillas Los datos desplegados son de referencia y solo tienen el propósito de informar.

Datos de CHICHARRONERÍA DOÑA FELISA en Amarillas Los datos desplegados son de referencia y solo tienen el propósito de informar.

Mulero es poeta malo, erudito de mucha sabiduría, mínimo, lamerón y triste.

El lagarto, cuando se envicia, se hace muy lamerón.

Estaría pensando en algún lumpen lamerón y sisón.

Euclides va de gris y de sucio, con las gafas de concha ladeadas, y tiene el labio inferior enorme, babeante, caído, bondadoso, lamerón.

Esta gente es la que merecía las condecoraciones, y no los lamerones de Madrid.

La amenaza escrita que recibió ayer el conductor antes de dejar la clínica esta mañana C5N Gil, ortiba, mataste a mi compañero.

Un coro en el colegio que congregaba chicas y chicos de varios cursos, gran alivio frente al grupo ortiba de mi división.

Entonces te veo a vos, entre el humo y los ortibas.

¿Por qué ahora me mirás con esa cara de ortiba?

-¡Note vuelvas una ortiba por haberte puesto de novia!

Claro, me tiene tirria; ¿pues qué es él más que un servilón de los de Santa Cruz?

El Partido Comunista de España se inclinó, silencioso y servilón, ante el pacto de Stalin con el gran enemigo, Adolfo Hitler.

Para que se vayan enterando los servilones de lo que vale un peine.

Si yo fuera más joven, si estos fueran mis tiempos, iban a enterarse los servilones de lo que vale un peine.

El Moscoso era de carácter franco y expansivo, charlaba aquí con unas dueñas, allí con unos servilones, rodeado de cuadrilleros y hermanos.

Su coro de lamehuevos le siguió.

Adelante y ríe, lamehuevos.

Miro pasar a un par de lamehuevos de Melaordeñas, que ya nos vieron y ahora se dicen cosas, meneando las cabezas.

"¡Pinche perro lamehuevos!", grita el mismo estudiante que reclama sobre los casquillos.

Puede cantar la palinodia y ser un lamesuelas hasta cierto punto.

Quería decirle al Emperador que esa noche no era conveniente, que encontrara a otro lamesuelas que le hiciera el encargo.

Cada día se preguntaba si el impostor, si el usurpador, si el maldito lamesuelas de la corte que iba a reemplazarlo ya se habría embarcado.

Lee los apodos con que están disfrazadas: Sanador, Cleopatra, Princesa Sucia, Titanio, Emmanuelle, Rosacruz, Tenorio, Andy, Lamesuelas, Testicular, Gallardo, Largalengua, Torreón, Matahari, Aramis.

¡Te puede dar un cólico, ciudadano lamesuelas!".

No tienen de rebeldes más que el apellido; quitamotas y gracias.

Al parecer era algún quitamotas que me habían asignado para que estuviera continuamente a mi lado.

El quitamotas Gil Blas se mancha de estigmas que lo hacen inconfundible con el hombre digno.

Sin embargo, ni siquiera ese quitamotas elegido a dedo tuvo dificultad en declarar que Prendergast era un psicótico.

En los climas mediocres, mientras las masas siguen a los charlatanes, los gobernantes prestan oídos a los quitamotas.

Ellos con sus auxiliadores y alzafuelles creen poder endosar sus incautos electores como borregos al recuperador de Boyacá .

No puede hablar con Dios porque en este caso actúa -ha actuado siempre- como un diablo: es el alzafuelles de las Farc.

Tiene infinidad de variantes, siendo una de las más extendidas el término zamorano: "lambrucio", cruce de gorrón y alzafuelles o tiralevitas.

A él decía: Estás rodeado de una partida de alzafuelles que te hace la corte tal como se hacía en tiempo de los Borbones.

Los jalabolas de siempre rodearon la nave del héroe y expresaron interjecciones de asombro.

Se ganó el Premio Nacional de Cultura porque no le puede poner el nombre de jalabolas.

Es cierto que Oviedo no es santo de su devoción, con aquella cara de sacristán asustadizo, untuoso y jalabolas.

Jalabolas del imperialismo, tengan dignidad, como la que nos sobra a nosotros.

El Amarillo labioso no paraba de hablar hasta por los codos.

Sí, quién veía al dueño del sesteo tan labioso.

Pero a él lo mantuve a raya a base de coscorrones y, como soy medioquerendón y bien labioso, me volví cuate de los demás ejidatarios.

¿Por qué soportar a tantos labiosos y vividores que hacen de la práctica política una estafa?

-¡Yo te contaré, trompudo, labioso, poca pena!

Pero la guataquería le sirvió para propulsarse.

Dos cucharadas de vanidad, una rueda bien grande de guataquería y tres de cobardía empanizadas con valor.

No sé si el Comandante, que debe estar acostumbrado a las guataquerías, perdone los versitos de Pablo Armando.

- Yahoradéjate de tanta guataquería y pásame el café, que ya está colado, mi hermano.

El bicho es sabio en lisonjas oportunas pero se pasa la vida denostando de quienes se le adelantan en guataquerías y zalamerías.

Sin duda era la única que advertía mi aburrimiento ante tanta lisonjería por parte de las damas.

-Lalisonjería no va a llevarle a ningún lado, señor -estabacomplacida-.

No se anda con lisonjerías.

Aunque todas esas lisonjerías sean soberanos embustes, no le puede faltar a uno una respuesta plausible si no quiere perder a su esclava.

-Alcontrario -corrigióel hermano Solin con lisonjería-,si alguien se enterara de que estáis entre ellos para espiarles, no les haría mucha gracia.

Nuestro topo es un auténtico lagotero; al presidente le gusta mucho y hablan juntos.

Uno se le fue acercando lagotero, chasqueando los dedos, hasta llegar a darle amistosas palmaditas en el lomo.

Mientras, no tanto para tranquilizar a la sobrina, como para poder maniobrar a su gusto, el escribano la abordó con lagotero confusionismo.

Más tarde le dio lástima aquella cantidad infinitesimal de varón... y estuvo cariñosa y lagotera con él.

La bruja, lagotera y melosa, contaba, lloriqueando:

Aunque tampoco se trata de ser sobalevas, depende de cómo enfoquemos el trabajo.

Aquel era el día de Morán, el sobalevas, policía sin imaginación y de métodos poco fiables.

El comisario de la Tercera Demarcación, un tal Morán, tipo algo petulante y reconocido sobalevas, alza el brazo para preguntar.

¡Me enredaré en las tripas de ese adulete!

-¿Se ha imaginado usted, so bravucón, adulete, que a José Manuel se le hace obedecer con el palo?

Don Antenor y sus compinches son una majada de perros sinvergüenzas, aduletes, como usted dice; con la panza aquí y el alma en Lima.

El fondista en el zaguán les colma, alabancero; les tiene el estribo; carga con los caballos.

Tenía cara de alabancero y cualquier comentario impertinente tenía muchas posibilidades de terminar en oídos de la brigada político-social.

Solo la crisis del Golfo Pérsico logró abrir un paréntesis de preocupada expectativa en la euforia de los poderosos y sus alabanceros.

Seguro, pero he tenido propuestas para ser el jefe de todos los ayayeros de Marketerián.

Yo estuve en el Congreso y llamaron "ayayeros" a los funcionarios de mi cartera.

Ya es tiempo de que el alcalde o la alcaldesa y todos sus ayayeros se dejen de estas tonterías.

Dos reconocidos gaiteros cumplieron este lunes un año más de feliz existencia: Daniel Alvarado, el famoso Negrito Fullero, y Nelson Romero, el popular Ayayero.

Apoyar es decir lo que uno siente, piensa y no ser parte de los ayayeros de siempre diciendo que "todo está bien".

Más o menos normalizada la situación, Atanasio le dijo a su cachanchán González, o Mengánez, como se llame:

Le estoy agradecido, para mí es un placer jugar al lado de futbolistas que han ganado muchas cosas...no es de chupamedia.

Seguramente creerán que soy chupamedias y nada que ver, ni lo molesto.

De sus palabras se desprende que es solo un chupamedias más de Coutinho.

Fuiste al cuartel inglés para entregarte junto con tus oficiales chupamedias.

Aunque era una fecha feliz solo para Stroessner y sus chupamedias.

Con decirles que llegó a decir que Oviedo y Baños no era más que un lambeculo.

Pues además de brutos son torturadores de animales y lambeculos de rey.

Torturadores de animales, lacayos de rey y lambeculos de obispo.

A lo Onasi cuando eso lambeculos le preguntaron sobre el secreto de su fortuna.

Maricón lambeculos estás viviendo de los ladrones corruptos del Frente.

-¡Ahqué Güitlacoche tan lambiche!...

Cosa de manyaorejas, piensa.

Escuché los detalles del interrogatorio mientras veía cómo Sigui miraba al vacío.

Al oír mis palabras, Sigui bajó la cabeza y rompió a llorar.

Desde luego las reacciones de los seguidores de Sigui no se hicieron esperar.

Su imagen se transformó en una pared, hasta que apareció Sigui.

Sigui me preguntó cómo era que me habían dado el día libre.