Significados de apiparse em espanhol

Porque los partidos no quieren ideas ni cambios, sino atiborrarse de mermelada.

Había ido allí a atiborrarse de comida sin trabajar lo más mínimo.

Para compensar los efectos de la reacción alérgica, decidió atiborrarse de fármacos.

Umpqua se había dedicado a atiborrarse de la alta alfalfa del campo.

Se prometió a sí mismo que se contendría en atiborrarse de carne.

La Vía daba la impresión de inflarse hacia fuera en todas direcciones.

Cada átomo de mi deseo inicial volvió a inflarse dentro de mí.

La luna parece inflarse mientras él concentra en ella toda su atención.

Y el conjunto era como un globo que no dejaba de inflarse.

Y se supone que tiene que inflarse para que la paciente respire.

El anciano escritor solo se defiende a fuerza de atracarse de vino.

Los necrófagos ya tenían un banquete de cadáveres con los que atracarse.

Pero yo vide a muchos campesinos en esos días atracarse de lechón.

Bajó colina abajo para atracarse del agua que le trajo el anciano.

Pero no le dejaré atracarse, para que no se me ponga malo.

El presupuesto no alcanzaba para lujos; pero pensaba, por Navidad, empacharse de turrón.

Aunque hubiesen comido hasta empacharse, jamás podrían manducar uno solo de esos envoltorios.

Eso significaba "lo que uno ha soñado hasta empacharse, y aún más".

Maratón de clásicos de terror Octubre es una buena época para empacharse con terror.

Sus perros estaban en el patio, comiendo porquerías hasta empacharse.

A esa altura cualquier excusa era buena para brindar y embucharse otro trago.

Si conseguía embucharse las bolsitas de celofán antes de que lo alcanzaran, era difícil que aportaran alguna prueba.

Uro sirvió un brebaje en dos vasitos de cristal y Lorkun aceptó embucharse uno sin preguntar qué contenía.

Cuando la retuvo del hombro para que no siguiera pujando por embucharse su sexo, Luz le contestó con un apremiante jadeo.

Neal se estaba sintiendo semicivilizado, así que usó uno de ellos para embucharse tres tragos de escocés antes de marcar el número.

Comieron carne hasta ahitarse, le dieron fin.

Ya tendría tiempo de ahitarse.

La potencia sensible padeció toda intemperie, a lo salvaje, y pudo ahitarse en lo natural y en el más íntimo reino, recién descubierto.

Y muchos días, después de apiporrarse bien apiporrado de tostadas con manteca, volvía a tumbarse diciéndome: