Con la ayuda de un flexómetro observó el espacio mínimo entre asientos, el ancho del corredor y la altura del primer escalón.
2
Lo más chistoso es que cuando queríamos medir la original no había un flexómetro en mi casa, así que la medimos con papel higiénico.
3
Flexómetro en mano, midió distancias y alturas; con lápiz y papel dibujó croquis y tomó notas; sin desatender al invitado, tomó las decisiones más acertadas.