1Crece con todo esto la fama de Mío Cid el de Vivar.
2Ni los dioses inmortales, ni Fausto, ni Desdémona ni Mío Cid Campeador.
3Viéndoles junto a sí, ¡Dios, cómo se sonreía Mío Cid el Campeador!
4Así pasa Mío Cid, en un arenal, la primera noche de su destierro.
5Con las riendas sueltas ya cabalga Mío Cid, el que en buen hora nació.
6Es como poner al Mío Cid en el frente de batalla, atado al caballo.
7Mío Cid Campeador dispone en su honra festejos y juegos de armas.
8Y a vos, mío Cid don Rodrigo, que en buena ceñiste espada
9A mío Cid y a los suyos, logran cortarles el agua.
10Una niña de nueve años frente a mío Cid se para:
11Los de Alcocer, a mío Cid ya le pagaban las parias
12Mandó mío Cid a todos los que tenía en su casa
13Mío Cid marchó a Valencia y el rey a Carrión marchó.
14Dijo el conde don Ramón a mío Cid el de Vivar:
15A las hijas del mío Cid sus dones el moro dio
16El rey Alfonso a mío Cid de las manos le tomó: