Viene el viento y el carrizal es una antara de mil voces.

Ése es el carrizal porque suena como una antara con el viento.

Era que Demetrio llevaba una antara colgada del cuello.

Junto a ésta se alzaba la casucha de un indio que tocaba la antara así.

Hablaba poco, pero su antara sonaba siempre a la luz de la luna, trágica y desolada.

Así con tu antara en el pecho.

Y buscó su flauta en la repisa de varas donde la guardaba y solo encontró su antara.

Una tarde en que Apumarcu había ido al río en pos de agua para deshacer el barro, sintió tocar una antara en la fronda.

Antara le había dicho bien claramente que los dos romanos habían sobrevivido.

Y las antaras continúan sonando y diciendo que está cerca todavía.

Raramente, solían oírse la flauta de Demetrio Sumallacta y algunas antaras.

China, el primero de ellos, dijo a la agencia local Antara la diplomática brasileña.

Los indios preferían tocar sus antaras y sus flautas.

Eso dejó a Antara como único oponente para Scilla.

Se le notaba alterado durante la entrevista, dijo Hasan, según la agencia de noticias nacional Antara.

Antara le había asegurado que estaban vivos.