Poner colorado a alguien, causarle vergüenza o timidez.
Sinònims
Examples for "encender"
Examples for "encender"
1Y el general, tras encender un nuevo cigarro, planteó la cuestión clave:
2No obstante, encender la luz sería demasiado; sería como estar en casa.
3En varios pasillos hay señales que indican la prohibición de encender cigarrillos.
4Por consiguiente, me tomé el tiempo necesario para encender tranquilamente más luces.
5Hace ya varias generaciones que lucha para encender fuegos y calentar agua.
1En esta ocasión, sin embargo, el comentario de George la hizo enrojecer.
2Hubo un tiempo en que aquellos necios comentarios me habrían hecho enrojecer.
3Creemos que con el fin de no enrojecer a los azulados egipcios.
4Y ahora vuelvo a enrojecer, al recordar lo que sucedió a continuación.
5En sociedad, hablará de vosotros sin enrojecer, y os mirará con seguridad.
1El Parlamento británico ronroneaba: ningún tema de importancia debía turbar su quietud.
2Eres demasiado joven para turbar tu mente con asuntos de personas mayores.
3A nadie se le hubiera ocurrido turbar la paz de los tortolitos.
4Esto es horrible y basta para turbar la paz de una familia.
5El delito de sacrilegio lo habéis cometido vosotros al turbar nuestra paz.
1El propio Víkar imprecaba al extranjero con palabras que la hicieron sonrojar.
2Terribles cosas he escrito, irrepetibles, que me hacían sonrojar cuando las anotaba.
3Después se le ocurrió otra posibilidad muy extraña que le hizo sonrojar.
4En tercer lugar, aunque sonroja tener que decirlo, el lenguaje es realidad.
5Lo curioso del caso fue que dicho lo anterior, no se sonrojaron.
1La confusión provocada entre los opositores tampoco es para ruborizar a nadie.
2Miles se sintió ruborizar, porque, en efecto, le había mirado los pechos.
3El recuerdo le produjo una sensación de bochorno y se sintió ruborizar.
4Ella se sintió ruborizar, y trató de impedir siquiera pensar en ello.
5De momento este sistema me ha dado buenos resultados -seruborizó ligeramente-
1Y ella embermejeció con vergüenza, y él también.
2Por la lívida cara morena del matador sombreaba el cardenillo; embermejecía la pechera; el novillo, lejos, no le hacía maldito el caso.