1Las primeras comunidades cristianas no cesaban de admirarse de su situación dichosa.
2Con justicia puede admirarse todavía en el Museo de Carrozas de Lisboa.
3Y al hacerlo, la propia Ardid tuvo que admirarse de su aspecto.
4En ningún lugar puede admirarse mejor que allí la perfección del círculo.
5En Reims podían admirarse todavía los estragos de la primera guerra mundial.
6No debe, por tanto, admirarse de que se hagan realidad ciertas advertencias.
7Asimismo, podía admirarse un narval montado en un enorme tablero de madera.
8Ahora, al estar más cerca, comprobaron que no hubo razón para admirarse.
9El don de no admirarse de nada era allí la mayor virtud.
10Qué manera de admirarse, pensó ella, no sin que le hiciera gracia.
11El cuidado que tiene la ciudad colonial es para admirarse e imitarse.
12Harry y Julia no pudieron por menos que admirarse de su belleza.
13Augusto no pudo menos que admirarse de Knoff y reírse de él.
14Había dejado de hacer ejercicio y de admirarse desnudo ante el espejo.
15Él volvió a admirarse de la falta de artificios en la mujer.
16En el descansillo central podían admirarse las estatuas de ocho Madres Confesoras.