Llevas en tu bolsillo el dedil cargado con un billete bien plegado.

Beckford giró y agitó el dedil de un guante.

Yo misma le saqué el dedil cuando murió: era un dedo exactamente igual que los demás.

Reparó en el dedil de seda que llevaba en la mano derecha y tornó a escucharla.

El caso es que llevaba el dedil y me llamó para que fuera a su habitación.

Rufa hirvió leche y preparó el biberón, con una botella y un dedil de goma bien desinfectado.

La sociedad, la vanidad, etcétera, sonreirán satisfechas; y ellos, con la conciencia tranquila, se curarán poniéndose un dedil.

Recuerdo que llevaba un dedil de gasa rosa que sujetaba con una banda elástica atada a la muñeca.

Tras robar, una y otra vez fue de una carta a otra antes de dedil ir su descarte.

Vas luego a buscar en tu bolsillo el salerito de los polvos, y te desembarazas del dedil con los trozos.

Es una especie de dedil para el pulgar, que imita la forma y el color del mismo (fig.

De hecho, Boswell juraría que la rata se había llevado un dedil al hocico para hacer chssss, chssss... "¡Silencio!

David tenia dedil os pequeños y hábiles, e iba tedien- do pajas para formar cuerdas resistentes con que atar las gavillas.

La primera vez que vi a alguien que llevaba un dedil, no podía creerme que debajo había un dedo de verdad.

En cuanto Aleks se coloca el dedil y empieza a pasar hojas, los documentos del Archivo vuelan como el viento entre sus manos.

Y si de momento el filo de las uñas le imponían el uso del dedil, puedo aseguraros que deben estar haciéndole un gran papel.