Le decía que el espectáculo que ofrece el ermitaño resulta bastante interesante.
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En resumen: el ermitaño podía amar a la Naturaleza como último término.
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Un ermitaño en una finca siempre debería considerarse responsabilidad directa del propietario.
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Estaba más que dispuesto a concederle espacio de sobra al supuesto ermitaño.
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Un joven de mi edad no tenía derecho a convertirse en ermitaño.
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Enrique y los mercaderes habían escuchado con atención las palabras del eremita.
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Allí permanece el eremita durante tres años, tres meses y tres días.
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El eremita le preguntó quién era, y cómo había llegado hasta allí.
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Que no había desaparecido, sino que se había convertido en una eremita.
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El eremita tibetano Patrul Rimpoché nos lo recuerda de un modo poético:
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Parecían mendigos o eremitas; evidentemente, la alta costura no era lo suyo.
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Ésta es la razón de que los eremitas no practiquen la Curación.
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A partir de entonces, Étienne y Sophie habían vivido casi como eremitas.
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Avanzó y los eremitas la siguieron como una nube de llamas diminutas.
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Jugar a eremitas en un burdel no tiene ni sentido ni porvenir.
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Se dio cuenta de que había hablado demasiado sobre su eremitismo.
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Nacía así, como ya hemos dicho, el curioso fenómeno del eremitismo.
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Esas pasiones conducen al eremitismo contemplativo o al incendio.
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En todo el monacato hay, desde sus orígenes (los desiertos de Egipto), una tendencia al eremitismo.
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Es cierto que se da una buena coyuntura para el eremitismo, porque no todas las épocas son tan fértiles en ermitaños.
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No puedes encontrar un eremita que te enseñe eremitismo, porque naturalmente eso echa a perder todo el asunto...
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Hizo un primer ciclo de eremitismo en una cueva de la serranía mallorquina: se recluyó vestido de saco, ejercitando la comunión espiritual con la naturaleza.
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-Tuveque ir aprendiendo el eremitismo sobre la marcha, claro -dijo-