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Sin embargo, muchos ilotas se habían negado a abandonar a sus señores.
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Y eso sin contar a los ilotas, ni a los intocables, naturalmente.
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Los extranjeros e ilotas, en cambio, debían mantenerse lejos de estas escenas.
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Todavía estábamos formando cuando los ilotas espartanos atravesaron el terreno hacia nosotros.
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Los ilotas se dispersaban por los campos para iniciar las labores agrícolas.
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Estaban ancladas y constituían la base de la ilota de superficie Vanari.
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Dos ciudades periecas de Mesenia se habían sumado a la revuelta ilota.
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Lunar condujo a su partida por la cebada hasta aproximarse al ilota.
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El ilota se acercó al epónimo y le susurró algo al oído.
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A una señal nuestra, el ilota comenzó a gritar y arrojar piedras.
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Nabis da fin a la monarquía espartana y se hace con el poder; fin del ilotismo.
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Ningún hecho acusa de forma tan profunda el ilotismo al que la Restauración había condenado a la juventud.
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La idea de un pretendido ilotismo material y cultural de la clase obrera rusa no reposa sobre nada sólido.
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Empezó a pedir información a su hilota antes incluso de que éste pudiera ver algo.
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Todos formamos parte de un mecanismo, desde el hilota al soberano, no creas que es algo diferente.
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Le dijo al hilota que acelerara el paso y, después de unos instantes de dificultad, se adecuó a él.
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Una vez frente al rey, el espartiata vio como un hilota le entregaba un escudo envuelto en una funda de cuero.
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Como Lisímaco preguntara a uno de sus soldados si no era un hilota, le respondió: "¿Tú crees que un espartano vendría por tus cuatro óbolos?".
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Y además, ésta es una obligación que les toca a los hilotas.
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Varias mujeres espartanas habían tenido hijos con sus esclavos, los hilotas.
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Los encontró intentando cenar, con la ayuda de sus respectivos hilotas.
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En la antigua Esparta los esclavos recibían el nombre de hilotas.
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Luego llegaron sus respectivos hilotas, que habían preparado la cena.
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Por si esto fuera poco, los hilotas, los esclavos de los espartanos, alentaban la rebelión.
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-Mehe dejado engañar por un hilota pero ¿quién lo habría dicho nunca?
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El antagonismo entre hilotas y espartanos constituyó siempre una constante de la política interior y exterior del Estado espartano.
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Había ido al Eurotas infructuosamente durante casi dos semanas, sin encontrar ni rastro de Gorgo ni de sus hilotas.
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¿Tendríamos que acabar esclavizados, y con nuestros hijos trabajando el campo junto a los hilotas?
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Por este mismo temor dieron a Brasidas setecientos hilotas y todos los soldados que habían sacado a sueldo del Peloponeso.