Son las cuerdas de mi laúd y deben aprender a vibrar juntas.

Si mi señor desea oír mi canto, me acompañaré con mi laúd.

Me temo que sea el comienzo de la hendedura en el laúd.

Sin embargo, ahora mismo estoy tan tenso como una cuerda de laúd.

Pasaba, pues, la mayor parte de su tiempo ejercitándose con el laúd.

Dianora observó que Camena cambiaba ligeramente el modo de sujetar el laúd.

Le sostuve la mirada unos instantes; entonces suspiré y miré mi laúd.

Hay pesados cortinajes, y un instrumento musical de cuerda, quizá un laúd.

Las tañedoras de laúd permanecían con las manos entrelazadas sobre sus instrumentos.

Aunque forman parte del mismo laúd, cada uno toca con cuerdas separadas.

Marco cogió el frasco de perfume y el laúd, y lo siguió.

Guardé mi laúd y me disculpé para ir a atender una necesidad.

Devi deslizó brevemente la mirada hacia el elegante estuche de mi laúd.

Había meditado durante largo tiempo qué hacer con el tañedor de laúd.

Sangfugol, que se había quedado atrás, miró su laúd, lleno de pesar.

Eché mano de mi laúd y corrí a cumplir con mi oficio.