1
Esa mujer del sueño es el "es muss sein!" de su amor.
2
Qué me pasa, verfluchte Scheisse, ich muss krank sein.
3
Tomás se encogió de hombros y dijo: "Es muss sein.
4
El amor está al otro lado del "es muss sein!".
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Tomás dijo una vez más: "Ja, es muss sein".
6
Un hombre huraño con una melena inverosímil que afirma con voz profunda: "Es muss sein!".
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De modo que "es muss sein!" ya no era ninguna broma, sino "der schwer gefasste Entschluss".
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El "es muss sein!" de su profesión era como un vampiro que le chupaba la sangre.
9
Ich muss nach Oslo fahren!
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La frase "es muss sein!" le sonaba cada vez más majestuosa, como si la pronunciara el propio Destino.
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Nos parece que el propio huraño Beethoven, con su terrible melena, toca para nuestro gran amor su "es muss sein!".
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Entonces empezó a gritar diciendo que man muss pagarle quince rublos de indemnización, y yo, señor capitán, le di cinco rublos por seis Rock.
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Se le ocurrió pensar que su hábito de ir tras las mujeres era una especie de "es muss sein!", un imperativo que lo esclavizaba.
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Hace años, al partir de Zurich hacia Praga, Tomás se decía en silencio "es muss sein!" y pensaba entonces en su amor por Teresa.
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Con un grito agudo, el señor Muss se balanceó en su silla.
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Su trabajo, el de Muss y hasta el de Shaddid era impedirlo.