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Hoy nuestros compañeros deben perseguir al caribú hasta más allá del Matagami.
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Y esta primavera me llenarás el depósito tras la caza del caribú.
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Yaa puede seguir esperando, y mi padre compartirá su carne de caribú.
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Solo tenían que superar la separación que representaría la cacería del caribú.
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Alzó la mano para espantarlas, y para entonces el caribú estaba lejos.
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El rengífero y el toro me resisten, y no siempre logro cazarlos.
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Después le abandonaron también el rengífero, el hombre de la Laponia y el mimbre.
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Lo que ha hecho el rengífero es, probablemente, todo lo que he sabido y experimentado hoy.
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Después de proveerme de queso de rengífero y de todo lo que pude conseguir, salí fuera.
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Mataré rengíferos, chuparé hielo y me procuraré un abrigo entre esas rocas.
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Los rangíferos, o renos, que Dios les dio para alimentarlos, vestirlos y trasladarlos, mueren cuando se los traslada a otra zona.