Me niego en redondo a que rodees de publicidad una tontada como ésta.

Al menos, cuando hacía alguna tontada, resultaba que le tenía detrás.

Hice una tontada, pero la verdad es que asomé la cabeza y dije:

Una tontada -dijemientras me pasaba los dedos por el pelo.

Esta tontada, en concreto, con caligrafía dudosa, decía lo siguiente:

He de decirte que por mi parte me irrita ese tipo de tontada sentimental.

Joder... V va a tener que ponerle punto final a esa tontada de Rhage.

Pero no iba a haber problemas, qué tontada.

Era una tontada, lo de los calcetines, pero yo no podía apartar la vista de ellos.

Y para colmo era tan gruñón y cascarrabias que se inflamaba de ira ante cualquier tontada.

Luis XIV, el hombre más vano y delicado de su reino, perdonó aquella nueva tontada a Colbert.

Ah, ¿seguís usando esa tontada de apodo?

Me dije que morir era una tontada, que la gente solo muere cuando le llega la hora.

Eso es una tontada -dijoIrma sin tacto, pues no debían importunar los momentos estimulantes de los demás.

Tus libros son una tontada.

Bueno, eso es una tontada.