1
Por aquí y por allá los tallos de hierba empiezan a verdear.
2
Mientras la aceituna no empiece a verdear, todos andamos mal de cuartos.
3
Salieron al camino de tierra cruzando por los campos que comenzaban a verdear.
4
Galopaba por sus campos inmensos, que empezaban a verdear bajo las nuevas lluvias.
5
Las aguas se habían retirado y el suelo comenzaba a verdear.
6
El valle empezaba a verdear; diminutos capullos blancos se asomaban entre la hierba.
7
Un fuerte verdear en el suelo que crepitaba bajo los dos.
8
Werner recorrió con la mirada los árboles del cementerio, que empezaban a verdear.
9
Los setos empezaban a verdear, las celidonias sonreían amablemente, de cara al sol.
10
A orillas de la carretera, los campos empezaban a verdear.
11
A los lados del camino empezaban a verdear algunas hierbas.
12
En los campos, los trigos de invierno comenzaban a verdear.
13
En las orillas del Onghin la hierba empezaba a verdear.
14
El cadáver de Pedro Barrantes, desdentado y corrompido por el matarratas, empezaba a verdear.
15
Su rostro empezó a verdear y luego pasó a bermejizo.
16
Y el trigo aún no había empezado a verdear.
