Un ser humano no puede subsistir aborreciendo una parte de sí mismo.

Llevaba años aborreciendo su recuerdo y volviendo su frustración contra sí mismo.

Recorrí la resbaladiza pendiente con suma cautela, aborreciendo cada instante de demora.

Para ellos, nosotros representamos ese helenismo que los egipcios llevan generaciones aborreciendo.

Carlos de San Andrés se ha marchado con sus padres, aborreciendo París.

Una vez un hombre, aborreciendo a la que le aborrecía, le dijo:

No se puede seguir aborreciendo a quien ya no pertenece a este mundo.

Y sigo aborreciendo ir a un médico o un dentista nuevos.

Y seguía aborreciendo la radio del coche y sus mil oídos.

Ya holgaremos, Domingo, holgaremos tanto con ellas que las acabaremos aborreciendo.

Beatriz ha crecido aborreciendo a Ignacio Ochoa de Olza, su abuelo.

La chica miró al hombre con odio, aborreciendo cada centímetro de su cuerpo.

Yo permanecí inmóvil, con la nuca crispada, aborreciendo a mi madre.

Así lo hicimos, aborreciendo el proceso de principio a fin.

Titubeó un momento, aborreciendo preguntar y temeroso de la respuesta.

Tal vez fuese el único que llegaría a saberlo, pero seguía aborreciendo la idea.