La respuesta fue favorable y con la recomendación que se puede entubar o embaular.

Después puso encima las morcillas y los chorizos y empezó a embaular con voracidad digna de un corueco.

En el tiempo que a ella le llevaba comerse un club sandwich así yo me podía embaular un brontosaurio.

Sidoro, derrengado, soltó la cesta; Manuela fue sacando vituallas, y allí empezó el embaular y los besos a la del tinto.

Ahora llegan los postres ("secunda mensa") y ya les queda poco espacio para embaular en los atarugados desvanes del estómago.

Ik embaulaba lonchas de cochinillo a una velocidad sobrehumana, tragando sin masticar.

Marcel embaulaba una empanada de carne quizá algo más tiesa de la cuenta.

Las señoras caritativas me embaularon aquí; ellas no vinieron ni vienen nunca; hacen bien.

Es decir, primero mide uno sus fuerzas, y después embaula todo lo que pilla.

Recuérdalo: antes, a estas horas, ya había embaulado medio cuartillo.

Efectivamente: el oso había enganchado la copa y se la iba embaulando sin respirar.

Lo cierto es que ellas se lo embaulan.

González Toca se embauló en apenas dos bocados el carabao que le restaba en el plato.

Ponle todas las tajadas, y se las embaulará sin enterarse de si está buena o mala.

Bocado tras bocado, embaulando, vaciaban los tazones.

Mientras me entretengo con el pan y el chocolate, don Manuel embaúla la mitad de su merienda.